Tucume

La ciudad de Tucume 

Se encuentra situada en la àrte central del departamento de Lambayeque, a 33 kilómetros al norte de la la ciudad de Chiclayo y es uno de los ejes turísticos de la región por su famoso centro arqueológico conformado por pirámides prehispánicas conocidas también como Pirámides de Túcume, además esta ciudad es considerada la cuna del curanderismo en la región.


Valle de las pirámides de Tucume

Como ya lo mencionamos, el centro arqueológico de Túcume es también conocido como el valle de las pirámides, y se encuentra a sólo 1 km al este de la ciudad de Tucume, ubicada en el complejo arqueológico El Purgatorio, que debe su nombre al cerro que corona el complejo y que es conocido como La Raya o Purgatorio, en la cima de este cerro existe un mirador que ofrece un panorama impresionante de todo el complejo arqueológico y de la ciudad.

El sitio tiene una extensión de 221 hectáreas y está rodeado de fértiles campos de cultivo y por los caseríos de La Raya y San Antonio, este complejo cuenta con docenas de pirámides prehispánicas de considerable tamaño. Entre estas destacan Huaca Larga, que tiene 760 metros de longitud, y era el centro de los ritos religiosos realizados por los primeros habitantes pertenecientes a la cultura Lambayeque, además estas pirámides fueron palacios residenciales de la élite aristocrática Lambayeque, que se dedicaron principalmente a la agricultura, convirtiendo al valle de La Leche en el mayor complejo hidráulico de la costa, posteriormente con la llegada de nuevas culturas como la Chimú siguió siendo usada para ceremonias religiosas o de morada de los gobernadores, con lo cual la pirámide fue aumentada de tamaño generación tras generación.

Estas pirámides estaban conectadas por una serie de rampas y pasadizos, y además de contar con los recintos propios del culto, la administración o el reposo, estaban las áreas de cocina, en donde se ha encontrado restos de la dieta cotidiana del Tucumano de hace diez siglos.
Según estimaciones realizadas por arqueólogos más de 130 millones de adobe secados al sol fueron necesarios para construir la Huaca Larga.

Leyendas de Túcume

Las leyendas del lugar cuenta que Túcume fue fundado por Naylamp, un héroe mítico que llegó del mar y construyó la ciudad con ayuda de los nativos en torno al cerro Purgatorio; esta leyenda la contaba Cabello de Balboa en 1586, supuesto nieto de Naylamp, fundador de la dinastía real de Lambayeque.



Museo de Túcume

El famoso explorador Thor Heyerdahl fue quien, tras visitar la ciudad, dio pie a que se iniciara un proyecto de investigación que ha culminado en la creación del Museo de Túcume. El museo de Túcume fue construido para albergar los restos y vestigios de los antiguos pobladores de este valle encontrados en los alrededores. Aquí se preservan restos de la cultura Lambayeque o Sicán, Chimú e Inca.


Curanderismo en Túcume

Túcume tiene una larga tradición en el curanderismo, siendo así que los brujos del lugar aseguran ser mejores que los de las Huaringas o Salas; lo cual se debería, cuentan algunos, a las pirámides, las cuales concentrarían una enorme fuerza cósmica convirtiendo a Túcume en tierra mágica. Estos ritos fueron desarrollados a lo A lo largo de la historia, por las distintas culturas precolombinas que habitaron nuestro país, estos rituales se basaban en las relaciones entre el hombre, lo natural y lo sobrenatural. 

La llegada de la cultura occidental no hizo desaparecer estas prácticas, al contrario, se produjo una fusión entre ambas vertientes, dando lugar a un interesante caso de afinidad que se evidencia claramente en los ritos y celebraciones en los que conviven las tradiciones occidentales y andinas. Uno de los ritos más tradicionales es la mesada, practicada principalmente por brujos norteños en las huacas, siendo las pirámides de Túcume uno de los principales centros para esta practica.

Uno de los brujos mas respetados del lugar fue Santos Vera Sandoval; se cuenta que a los ocho años aprendió de su abuelo los primeros secretos del curanderismo. Al morir el abuelo, le dejó a Santos sus poderes y el bastón de madera que había extraído de una de las pirámides de Túcume. Según la leyenda, con ese bastón Santos enfrentó a otros brujos que buscaban su fama. La lucha nunca fue física, sino de poder mental, de brujo a brujo y de espíritu a espíritu. A sus reuniones llegaban peruanos y extranjeros a sanar sus males, descubrir enemigos o solucionar problemas de empresa o familiares. Además, concentró toda la atención del curanderismo en Túcume dejando de lado a otros lugares reconocidos. Para su labor de curandero utilizaba el sampedro, un cactus alucinógeno que crece en zona andina de Perú y que Santos lo traía para trabajar solo los martes y los viernes, pues aseguraba que esos días eran los de mayor poder cósmico.

Federico Villarreal el Newton del Perú

Fue un poblador ilustre de Túcume,  Federico Villareal, quien fue matemático, ingeniero, físico y políglota peruano y posteriormente Decano de la Facultad de Ciencias y Rector de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Cuando tenía 23 años y sin haber estudiado en una universidad, Villarreal descubre el método para elevar un polinomio cualquiera a una potencia cualquiera. Lo más interesante de su vida científica es el hecho de que efectuó contribuciones originales al desarrollo de las matemáticas e ingeniería, algo pocas veces visto en los matemáticos de habla española. Es por todas estas razones que a Villarreal se le conoce como el Newton del Perú.

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