Ubicado en la parte más alta de la región oriental de los Andes, sobre el Río Urubamba y el noroeste de Cuzco. El parque es accesible por carretera o por ferrocarril desde la parte inferior del valle y, a continuación, el autobús o en coche a las ruinas. Creado como un santuario histórico el 8 de enero de 1981, en virtud de la Ley (Resolución Suprema). Inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial en 1983.
El sitio se encuentra en la zona de Selva Alta, e incluye parte de un gran macizo montañoso disecado de la alta meseta de los Andes, que se eleva abruptamente desde el valle del río Urubamba. El área alrededor de las ruinas de Macchu Picchu se compone de muchos pináculos de roca con el apoyo a las exposiciones suelos delgados, aunque la zona también incluye los sitios con sistemas complejos de los antiguos incas construyeron terrazas de tierras para la conservación de los suelos.
La cuenca aluvial del Urubamba es una zona casi continua de los cultivos herbáceos y el pastoreo de tierras. Geológicamente la zona es muy compleja, siendo una combinación de rocas sedimentarias marinas del Cretácico-Terciario período intrusiva y material volcánico, incluida la lava y el granito. Los depósitos sedimentarios incluyen Ordovícico esquistos, cuarcitas y pizarras. Arroyos y ríos dan de comer a los principales valle de Río Urubamba, así como una serie de pequeños valles en el norte como el de Quillabamba.
La temperatura anual promedio de 16 ° C y las precipitaciones anuales es de entre 1500 y 3000mm a baja altura. 2500m de altitud en la temperatura promedio desciende a 10,2 ° C, y las precipitaciones anuales es 2170mm. La estación seca dura de mayo a septiembre y la estación lluviosa de octubre a abril.
El parque fue creado para proteger el paisaje de la famosa Macchu Picchu, sitio arqueológico, fundado por la cultura Inca. Se cree que era una residencia real Inca y es tal vez el centro de recogida de coca de las plantaciones circundantes. El sitio finalmente cayó en la ruina, estaba cubierta por invadir el bosque, y “perdido para la ciencia” hasta el re-descubrimiento en 1911. Existen también los restos del Camino Inca en la zona, y las leyendas locales, incluida la de el oso, que se piensa para servir como un mensajero entre los espíritus de las grandes alturas y los de la selva.
A mediados del decenio de 1980, unas 180.000 personas al año visitan el Camino Inca y las ruinas. Más recientemente, la cifra ha aumentado a 300.000, incluidos 7.000 en el Camino del Inca. El alojamiento incluye un hotel y facilidades para acampar. Un museo que existe en las ruinas y hay planes de desarrollar aún más la zona para el turismo.
A partir de 1982, investigaciones científicas, se han llevado a cabo sobre la ecología del oso en colaboración con el New York Zoological Society. Trayectos de vegetación se han llevado a cabo, y más de 4.500 especimenes de herbario se han recogido y se han hecho numerosos estudios de aves.
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